Gracias a su rica historia y la diversidad de ingredientes
frescos que provienen de la agricultura, pesca y ganadería, hace posible el encuentro
de varias características provenientes de su primigenio mestizaje cultural,
originalmente gestado desde el corazón del antiguo virreinato del Perú y la
cual hoy en día comprende un total de dos mil quinientos tipos de sopas y como
doscientas cincuenta formas de platos dulces diferentes, sólo por citar
algunos.
A pesar de toda la amplia gama de platillos, solo pocos de
ellos han podido sobresalir y destacarse como verdaderos iconos tradicionales.
Es gracias a su distribución nacional lo que hace posible la mención y
publicidad, sin duda una tarea ardua por parte de las entidades de promoción
para que no solamente el Lomo Saltado, Ají de Gallina, Pachamanca o el Ceviche,
por citar algunos, sean los más famosos y posicionados en la mente de las
personas.
Nuestra gastronomía es amplia en todo el país y merecen la
atención para generar campañas nacionales e internacionales para publicitarlas
y sean también un motivo de atracción turística para cada región.
Para empezar podemos señalar a la comida costeña integrada
por platos como el chupe de camarones, chupe de habas, de zapallo y de
olluquito, esto se manifiesta preferiblemente en las adyacencias al
departamento de Lima, incluyendo también al ceviche, la leche de tigre, y los
choritos a la chalaca.
Más propiamente en la comida andina nos encontramos con
preparaciones como la sopa de morón, la papa a la huancaína y la pachamanca,
diversas presentaciones a base de trucha, cuy y la ocopa. Cada uno de ellos
acondicionado por su cobertura climática, puesto que en sus condiciones son
ampliamente favorecidas para la producción de diversas clases de tubérculos, el
maíz y la papa.
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